
Clase 5, final: el compromiso de perdonarte.
Llegamos al final del curso.
Dejamos finalmente tres preguntas de reflexión y análisis. No necesitas enviarnos la respuesta, te proponemos escribirlas para ti y tus avances.
Comprensión de conceptos
¿Por qué se menciona en la clase que "el trauma no depende de si una situación es más o menos intensa"? Explica cómo se define el trauma según la reflexión presentada.Aplicación personal
Según la magister Glow Alvar, ¿qué significa "enfocarte en ti" y cómo puede aplicarse este concepto en la vida cotidiana? Menciona al menos dos ejemplos prácticos.Análisis crítico
En la clase se afirma: "No eres culpable de tu herida, pero sí eres responsable de tu sanación." Explica esta afirmación y reflexiona sobre su impacto en los procesos de sanación personal.
Este es la transcripción del video.
Reflexión sobre el perdón, la sanación y el amor propio
Reconociendo el impacto emocional
Si dejo a un lado, por un momento, el impacto emocional que esta situación ha tenido en mí, quiero compartir algo importante. Ustedes saben que yo siempre he negado la violencia y que ellos, quienes ejercen esa violencia, suelen presentarse como víctimas. Sin embargo, hay historias que son mucho más desgarradoras. Hay mujeres que han sufrido de manera inimaginable, y cada historia es única. Algunas son más fuertes, otras menos, pero todas son significativas.
No estoy invalidando ningún proceso. El trauma no depende de si una situación es más o menos intensa; el trauma es trauma, y su origen radica en cómo cada una de nosotras recibe y procesa las experiencias que vivimos. Algunas historias son profundamente dolorosas, pero, aunque suene duro, lo que ya ocurrió no se puede cambiar. No podemos devolver el tiempo ni deshacer lo que nos lastimó.
Aceptar, abrazar y perdonar
Lo que sí podemos hacer es ubicarnos en el presente: en el aquí y el ahora. Aceptar nuestra historia, abrazarla y, si es posible, perdonar. Sobre todo, practicar el auto-perdón. El perdón hacia una misma es el mayor gesto de amor propio que podemos tener.
Cuando nos responsabilizamos de nosotras mismas, nos comprometemos con nuestra sanación. Este compromiso es fundamental, y en mi caso, lo he llamado: "Enfócate en ti".
Elegirnos a nosotras mismas
Hubo un momento en mi vida en el que sentí que desperté. Fue ahí cuando decidí elegirme a mí misma. También decidí ir a mi propio ritmo, no al de otras personas ni al de las expectativas ajenas. Puse un destino claro en mi GPS interno y me comprometí a vivir este proceso a mi manera, sin prisa y con amor.
He aprendido a disfrutar este camino, incluso en medio de las dificultades. Cuando participé en el taller del perdón con el Magíster Gilberto, logré algo que nunca imaginé: darle gracias a las situaciones vividas. Por más dolorosas que fueran, esas experiencias me llevaron hasta donde estoy hoy. Gracias a ellas, puedo compartir mi historia, liderar mi programa "Ser Mujer Consciente", y ayudar a tantas mujeres que también buscan sanar.
Transformar el dolor en amor y servicio
Transformar mi dolor en amor y servicio ha sido un proceso liberador. Ya no me castigo ni me obligo a hacer cosas que no quiero. Ahora, si no deseo hacer algo, simplemente no lo hago. Mi prioridad soy yo misma.
Eso no significa que ignore a los demás. Tenemos que ser empáticos y respetuosos con quienes nos rodean. No estamos solas en esta vida; nuestras acciones impactan a otros.
En lugar de quedarme atrapada en la culpa o el resentimiento, elegí canalizar mi historia hacia el servicio. Desde el coaching y la educación, he encontrado la forma de ayudar a otros. Sé que compartir mi historia, además de liberador, puede inspirar a quienes están en un proceso similar.
Merecemos una vida plena
Merecemos una vida diferente, una vida acorde con el propósito divino para el cual fuimos creadas: vivir en abundancia, felicidad y plenitud, sirviendo a los demás desde el amor.
Con esta reflexión quiero transmitirles algo esencial: no sos culpable de tu herida ni de lo que te ocurrió. Pero ahora, aquí y en este momento, sí sos la única responsable de tu sanación.
Gracias por acompañarme en esta reflexión. Espero que mi historia les inspire y les permita comprender que todas merecemos sanar y vivir en plenitud.
