
Masterclass 2: El Cruce del Umbral
El Cruce del Umbral: Un Viaje de Autoconocimiento y Transformación
Introducción
En el marco del presente taller, uno de los textos fundamentales sobre los cuales hemos trabajado es Un Curso de Milagros. Este libro propone una verdad esencial:
Siempre estás contigo: a nivel del pensamiento y la percepción.
Desde esta premisa, cada individuo ha transitado el viaje de su vida en diversas etapas, desde la infancia hasta la adultez, en un proceso constante de evolución psicológica y emocional.
Las Etapas del Desarrollo y la Construcción de las Creencias.
Infancia: La Esponja del Aprendizaje
Durante la infancia,
la psique humana se asemeja a una esponja que absorbe la información del
entorno inmediato. En esta fase, el inconsciente colectivo, concepto
desarrollado por Carl Jung (1936), juega un papel esencial en la configuración
de las primeras estructuras cognitivas y emocionales.
Adolescencia: El Conflicto como Motor de Cambio
En la adolescencia,
período de transformaciones físicas, psicológicas y sociales, emergen
conflictos necesarios para la consolidación de la identidad. Erik Erikson
(1950) describe esta etapa como la lucha entre la identidad y la confusión de
roles, un momento en el que el individuo comienza a cuestionar su entorno y a
definir su lugar en el mundo.
El Cruce del Umbral: De la Infancia a la Adultez
En el presente
trabajo, nos centraremos en el umbral que separa la infancia de la adultez.
Este concepto, profundamente analizado por Joseph Campbell (1949) en su teoría
del monomito,
representa el punto de inflexión en el que el individuo deja atrás su versión
más ingenua y enfrenta los desafíos que lo conducirán a su crecimiento
personal.
El Estrés y la Construcción del Sí Mismo
El estrés y la
incomodidad que experimentamos en nuestra vida cotidiana pueden proyectarse en
nuestro entorno social y laboral.
En su obra Bioneuroemoción.
Un método para el bienestar emocional, Enric Corbera define el estrés percibido
como una respuesta a estímulos externos, cuya intensidad y efecto dependen de
la interpretación personal y las creencias asociadas, ofreciendo una
oportunidad para el autoconocimiento y la mejora del bienestar emocional
(Corbera, 2013). Es crucial, entonces, explorar el diálogo interno que
mantenemos con nosotros mismos (que guían las creencias) y analizar los
episodios concretos que alimentan este malestar desde lo que se piensa y se
siente con las emociones.
Desde la perspectiva
junguiana, las emociones reprimidas y las experiencias no procesadas se
manifiestan en el inconsciente personal, influyendo en la psique hasta que son
integradas conscientemente (Jung, 1964). Por ello, en este ejercicio de
autoconocimiento, se propone identificar y describir episodios específicos que
generan estrés sin recurrir a la justificación o el autoengaño.
Las Emociones Básicas y su Rol en la Experiencia Humana
Paul Ekman (1972)
identificó seis emociones básicas universales: alegría, tristeza, miedo, ira, asco y sorpresa.
Estas emociones, presentes en todas las culturas, desempeñan un papel
fundamental en nuestra manera de interpretar y reaccionar ante los eventos de
la vida.
En el contexto de
este ejercicio de escritura introspectiva, se invita a explorar cómo cada una
de estas emociones ha estado presente en los episodios significativos de la
vida personal. La identificación precisa de estas emociones permite una mayor
comprensión de la propia historia y de los factores que generan estrés y
conflicto interno.
El Poder de la Escritura Terapéutica
La escritura
introspectiva es una herramienta poderosa para externalizar emociones no
resueltas. Según Pennebaker (1997), plasmar en palabras las experiencias
emocionales permite reorganizar la narrativa personal y disminuir los efectos
negativos del estrés.
En este proceso, se
sugiere que el individuo explore sus emociones a través de la escritura,
utilizando descripciones precisas de los eventos, sus emociones predominantes (alegría, cólera, tristeza,
miedo y asco, según Ekman) y la forma en que estas se manifestaron
en su historia personal.
Conclusión: Un Viaje de Transformación Personal
El cruce del umbral
representa el inicio de un viaje interno en el que el individuo se confronta
consigo mismo para integrar su historia y dar significado a sus experiencias. A
través de este ejercicio, se abre la posibilidad de reescribir la propia
historia y resignificar episodios que, de otra manera, permanecerían en la
sombra del inconsciente.
Como afirmaba Jung
(1959): "Uno
no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz, sino haciendo consciente la
oscuridad". Este proceso de exploración interna permite
liberar las emociones reprimidas y construir una identidad más auténtica y
equilibrada.
Bibliografía
Campbell, J. (1949).
El héroe de las mil caras.
Fondo de Cultura Económica, 2021.
Corbera, E. (2013). Bioneuroemoción: Un método
para el bienestar emocional. Ediciones El Grano de Mostaza.
Ekman, P. (1972).
El rostro de las emociones.
RBA Libros, 2012.
Erikson, E. H. (1950).
Infancia y sociedad.
Ediciones Paidós, 1993.
Jung, C. G. (1936).
El concepto de lo
inconsciente colectivo. En
Obras completas, Volumen 9/1. Ed.
Trotta, 2014.
Jung, C. G. (1959).
Aion: Contribuciones a los
símbolos del sí-mismo. Editorial Trotta, 2016.
Jung, C. G. (1964).
El hombre y sus símbolos.
Ediciones Paidós, 2014.
Pennebaker, J. W. (1997).
Abrirse paso: El
poder curativo de expresar emociones. Editorial Desclée De Brouwer,
2001.
